viernes, 9 de diciembre de 2011

Se vence el tiempo y lo vemos en nosotros






Se vence el tiempo y lo vemos en nosotros.
Trae en las mareas la clepsidra,
el ábaco temible de las cosas pendientes,
las obligaciones, los sueños rotos.
Un niño sabe que aprende en cada paso
porque todo lo nuevo le es ajeno
y debe saborear el dulce evento,
añadir a su piel todas las sensaciones,
reconocerse en un nuevo diccionario cada día.
Nosotros miramos lo absoluto,
apenas sabemos de recuerdos y añoranzas,
todo cansa, incluso mediar entre dos partes,
ser el puente de una eternidad,
de una mirada nuestra
que quiso ser del río su palabra.




Foto de María Holguera




viernes, 28 de octubre de 2011

Nos habita un tigre












Nos habita un tigre.
Cambiante, nos arrastra por la selva
y puede abandonarse
al amor salvaje y destructivo
o recrearse en la ira persiguiendo los instantes.
Tengo miedo al azar del tigre,
a la fuerza con que por dentro me devora,
fugaz e inexcusable.
Sabe de mí tanto como se reafirma
cuando noto su grito ronco,
llamando vespertino
a todo lo que tiene la vida de misterio.






sábado, 1 de octubre de 2011

Hoy, sábado 1 de octubre en la Feria del libro de EJEA


Hoy sábado día 1 de octubre estaré firmando, para los que queráis,
mis dos poemarios últimos en la Feria del libro de Ejea de los Caballeros (Zaragoza)


En la caseta de Eclipsados (Todas las mentiras que te debo)

En la caseta de Olifante (Babel en las manos)







lunes, 19 de septiembre de 2011

Las palabras de Ángel Guinda...Madrid 7/9/11

















BABEL EN LAS MANOS

- Borges escribió: “El tiempo es un tigre, pero yo soy el tigre”.
F.S.: Pág. 30:
“El hombre ciego recordaba en su memoria el tiempo”.
Esta nueva entrega de Sarría es una magnífica proyección especular expresada desde el fértil asombro que le dejó el maestro argentino.
- Fernando es un poeta figurativo, existencialista, que escribe una poesía de testimonio, cargada de coloquialismo mágico narrativo y expresionista.
- En el fondo de estos poemas se agita el sentimiento de pérdida y acecha el olvido tras la mirada de cada evocación.
- Y hay en ellos una laberíntica y torturada expedición a la armonía entre el caos del mundo y del mundo propio del poeta.
- Babel en las manos es una profunda exploración de la soledad, el amor, el dolor, el deseo, el fracaso y la muerte.
- Libro de ausencias y de sombras.

Ángel Guinda
Madrid, Septiembre 2011














jueves, 14 de julio de 2011

Leido por ahí...del poemario







Autor : Fernando Sarría

Editor : Olifante Ediciones De Poesia

Lengua : Castellano

Lanzamiento : 2011

Formato : De cartón



Una de las razones de la escritura, una de las razones de quien escribe es a menudo intentar comprender y también –con toda humildad y explícita subjetividad, claro- explicar a otros que ya le precedieron. Ello, simplemente para, en alguna manera, no dejar de preguntarnos por las interminables cuestiones de nuestra propia existencia. Esas que a todo ser humano nos incumben y a las que cada uno intentamos responder a nuestra forma, apoyados en cuantos nos tomaron delantera. Desde el mismo título, el propósito de Babel en las manos es reconocer lo que para el autor de este poemario ha supuesto la figura de Borges, en cuanto reflexión para su propio trabajo, para su trayectoria poética. Babel en las manos explica un gesto, una actitud, una consecuencia. Es cierto que es larga la lista de reflexiones, homenajes, referencias al enorme poeta y escritor que es Jorge Luis Borges. También es verdad que acercarse al mundo interior de un hombre como Borges cuando escribe poemas no es fácil, ni lo es expresar las reflexiones personales y literarias propias que ese acercamiento sugiere. La obra de Borges no es sólo inmensa –rica, densa y repleta de matices-, sino que además reúne unos condicionantes tanto emocionales como literarios muchas veces ajenos a su autor. Pero F. Sarría quiere en Babel en las manos mostrarnos su diálogo no tanto con la obra de Borges en sí, sino con los arrabales sentimentales del gran escritor. Y lo hace exponiendo sus propias reflexiones y emociones acerca del escritor argentino y su literatura, en una comunión más filosófica que poética. Babel en las manos no deja de ser un pequeño homenaje – sentido y sincero, ciertamente- al hombre más que al gran escritor. Porque detrás de la grandiosa y espectacular fachada que expone Borges como autor literario reconocido por todos, existe el desvalimiento, un ser humano y un río interior de miedos y contradicciones en las que las percepciones de un ciego en el medio de su entorno no son ajenas a este poemario. Borges siempre merecerá que sigamos reflexionando sobre él. Todos somos Borges.


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lunes, 11 de julio de 2011

¿De qué madera se rehacen las noches?








¿De qué madera se rehacen las noches?
¿Dónde entregamos el olvido para reposar?
¿Cuándo respiramos tan hondo que todo es relativo?
¿En qué lugar está la estrella que añorabas de niño?
El mar ya no es el mar
¿o sigue siendo todo lo que falta por descubrir?
¿Esa caricia era para mí o es para mi recuerdo?
¿Todos los amaneceres van a ser iguales?
¿Por qué la ira trae esta línea roja entre las cejas
y se hace mortal en el desayuno?







domingo, 12 de junio de 2011

Desnuda...







Desnuda abriste la cama para mí,
y cada huella en tu piel
tenía un nombre preciso…
una fecha en el calendario,
el recuerdo de un hotel,
de una ciudad, de una historia.




lunes, 6 de junio de 2011

No sé si la última mirada de Elena (Fernando Sarría)



No sé si la última mirada de Helena

a la Troya humillada por la suerte

de un caballo de madera

tiene el mismo valor que la de Penélope,

perdida en esa línea de mar océano,

esperando un barco y a un hombre.

Posiblemente tenga igual valor estadístico

que el de la mujer de cualquier marino

que no regresa a puerto,

o la del que sufre la desaparición de lo que ama.

Cada vez que todo se derrumba,

la vida te perdona una mentira,

te deja respirar por un instante

y te causa el mismo dolor

- cruzándote como una sombra-

que a todos los héroes de la tierra

cuando su mundo se convierte en polvo o en ausencia.



viernes, 27 de mayo de 2011

Feria del libro de Zaragoza

Mañana día 28 estaré firmando para los que querais mis dos poemarios últimos.

En la caseta de Olifante por la mañana (Babel en las manos)...también el lunes por la tarde y alguna tarde más.

En la caseta de Eclipsados por la tarde (Todas las mentiras que te debo)...también el martes por al tarde y el sábado 4












miércoles, 13 de abril de 2011

Primeras fotos presentación y palabras de M.Mártinez Forega










Tengo que decir de inmediato que Babel en las manos es una muy agradable sorpresa. Ha abandonado Fernando Sarría la fugacidad del instante arrebatado (aunque aquí también haya su dosis de instinto súbito, pero es ya un instinto depurado por la ducha fría del verbo, de la morfología con la que la poesía ha de trabajar necesariamente). Fernando Sarría ha dejado en el baño las salpicaduras del deseo, del anhelo que transita por las pieles a la luz de la luna, la ductilidad del tacto carnal... todo aquello que, con ser sin duda tributo obligado, sólo humedecía los versos. Ahora no; ahora, en este libro atravesado por el mar y por alguna ojeada a los cuerpos convertidos también en almas, todo es inundación, calado, y se advierte una mirada de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro: una simbiosis de la mirada y el ánimo; lo material filtrado por lo ontológico y ecuménico de las cosas. Muestra, además, reposo en el decir y fluidez en el redactar: a veces, a la inversa. Observamos cómo el pensamiento atraviesa lo que mira y lo hace digno de la palabra. Los objetos se transforman en realidades etéreas y las ideas se tornan tangibles. Hay imagen y su reproducción acústica cuando las palabras se empeñan en que así sea. Hay un natural discurrir del discurso desde la atracción de lo profundo. Ha desaparecido lo anecdótico y el acento lírico alcanza cotas mucho más que estimables. Aunque se adviertan algunas referencias traídas por la pasión de la pleitesía rendida a los maestros, no desentonan, configurando así, con la sutileza imperativa que ha de revelar ese influjo, un tesoro donde advertimos, invisible, al guardián infranqueable de sus palabras. Tampoco desentonan e incluso adornan velada y justamente la presencia de algunos cultismos (ángaro, cilanco) o el léxico especializado (driza, clepsidra). He leído Babel en las manos no sólo con sus pautas rítmicas, sino con sumo gusto, y debo celebrar su escritura porque ahonda en lo trascendente y burla la trampa de lo obvio cuando se describe. Como yo soy muy valéryniano en esto de la poesía, esos rasgos de proximidad humana, de búsqueda interior, de forma ritmada, de ecumenismo (sirven para todos y de todos se toman) en los asuntos que recoge este libro, de rendición al Uno, del yo conflictivo... todos esos rasgos, digo, hacen de Babel en las manos un libro seductor. La poesía ha de contener una fisonomía capaz de distinguirse frente a cualquier otro género. Hoy no van por ahí las cosas; de hecho, van por un camino muy distinto jalonado de mentores de formación muy deficiente. Por eso mismo, el libro de Sarría sirve de azud a esa corriente última tan tozuda y construye encrucijadas para despistar a quienes recorren aquellas sendas a toda prisa. Digamos ya que, frente a la extensión de los discursos híbridos sin argumentos, Babel en las manos opone la intensión de lo sentido; frente al caos abstracto de las propuestas descriptivas, Babel en las manos opone el tan apreciado rerum concordia discors de un espíritu emocional; frente a la indiferenciación del realismo escolar, Babel en las manos opone el velo de la sensualidad y una mirada limpia, horizontal en lo que atañe al acontecer de la vida, aun en su coyuntural advertencia, y vertical en lo que incumbe a las transmutación de los objetos en entidades casi sensibles. Felicidades, Fernando. Te celebro muy sinceramente.


Manuel Mártinez Forega






sábado, 9 de abril de 2011

Entonces Borges dormía con los ojos abiertos







Entonces Borges dormía con los ojos abiertos
y alimentaba su melancolía respirando la noche.
Era verano en el Hemisferio Sur,
él soñaba con el frío de Ginebra
o con la humedad implacable de Dakar.
Era verano en Buenos Aires
y el mundo le parecía un Atlas propio
donde podía dibujar sus viejas pasiones y sus viajes.
Sus dedos pasaban
lentamente
sobre los mapas,
se detenían en un lugar señalado en rojo,
una punzada,
un río de palabras y de imágenes,
el hombre ciego recordaba,
hurgaba en su memoria el tiempo,
deshacía una a una las páginas escritas de su vida.




miércoles, 30 de marzo de 2011

Entonces llegaron los pájaros





Entonces llegaron los pájaros,
se hizo el aire de la densidad blanca de la luz,
se recostó el silencio
dormido como el mármol en su tiempo de espera,
y el volumen de todas las cosas
caminó hacia mí.




jueves, 24 de marzo de 2011

Presentación




Lo presentamos el día 13 a las 19.30 h. en la Biblioteca de Aragón junto al libro "Cancionero de coplas aragonesas" de Miguel Ángel Yusta.
Mis presentadores serán Manuel Martínez Forega y Roberto Malo.
Os esperamos....




martes, 22 de marzo de 2011

No sé...







No sé si la última mirada de Helena
a la Troya humillada por la suerte
de un caballo de madera
tiene el mismo valor que la de Penélope,
perdida en esa línea de mar océano,
esperando un barco y a un hombre.
Posiblemente tenga igual valor estadístico
que el de la mujer de cualquier marino
que no regresa a puerto,
o la del que sufre la desaparición de lo que ama.
Cada vez que todo se derrumba,
la vida te perdona una mentira,
te deja respirar por un instante
y te causa el mismo dolor
- cruzándote como una sombra-
que a todos los héroes de la tierra
cuando su mundo se convierte en polvo o en ausencia.




jueves, 17 de marzo de 2011

Cuando el tiempo no era tiempo










Cuando el tiempo no era tiempo
sino solo el movimiento de las sombras,
mirar el horizonte era alcanzar con la mano el quebrado silencio,
la unidad de todo lo percibido,
el esfuerzo sin rostro,
mientras el dolor era la costumbre,
la aceptación,
la parte derrumbada de la casa.